Mi nombre es Rafael Mira Gimeno, tengo 22 años y otro estudiante-empleado. Actualmente, en 2023, estoy en el tercer curso del Grado de Fundamentos de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia. Al principio de la carrera se nos hizo una pregunta en un cuestionario la cual era «¿por qué querías estudiar arquitectura?» y, en un primer momento, no lo recordaba, pero después de darle vueltas, conseguí hacer memoria.

Los inicios —por así llamarlos— son un tanto curiosos, pero fue el descubrimiento que me hizo decidir todo mi camino académico. En verano de 2016, en las fiestas del pueblo, tenía que hacer tiempo entre la verbena y el pasacalles de las 8:00 de la mañana. Para evitar quedarme dormido y perderme el evento, me quedaba toda la noche despierto. Mi casa está hecha con muros de carga, por lo que no entraba absolutamente nada de cobertura. Solo tenía un ordenador para pasar el tiempo. Este ordenador era de mi padre y tenia el AutoCAD 2010, pues lo empleaba para sus trabjaos de carpintería. Me entretenía haciendo lo que podría denominarse como «casas» —o jugando al póker contra el ordenador, pero no es relevante—. Descubrí que fue algo que me gustaba, ese «poder» de distribuir las estancias de una vivienda. Me interesaba. Este hecho también me ayudó a escoger entre ciencias o letras, pues así nos hicieron escoger en 3ºESO.

Durante todo bachillerato, a pesar de que mi madre no estaba de acuerdo, tenía claro que, al terminar, quería estudiar un Ciclo Formativo de Grado Superior en Proyectos de Edificación, siendo este los estudios académicos que más he disfrutado. Tras finalizar los dos años de la Formación Profesional y trabajar 5 meses en un despacho de arquitectura, estuve decidido en comenzar esta carrera, con miedo, pero sin dudas.

«Soy el amo del firmamento metido en mi disfraz de hombre normal» Robe Iniesta

Robe iniesta